Buenos muchachos relata la trayectoria de Henry Hill, un joven oriundo de Nueva York que desde pequeño se siente atraído por el universo del crimen organizado.
Al crecer en Brooklyn, se encuentra inmerso en un entorno dominado por la mafia italoamericana, lo que lo impulsa rápidamente a querer formar parte de ese círculo de poder y riqueza. Comienza realizando tareas menores y poco a poco logra ganarse la confianza de figuras clave como Jimmy Conway y Tommy DeVito.
La historia acompaña a Henry en su ascenso dentro de la estructura mafiosa, involucrándose en grandes robos, extorsiones y otras actividades ilícitas que le brindan un estilo de vida lujoso pero lleno de riesgos. No obstante, este ambiente está marcado por la desconfianza, las traiciones y la violencia constante. Las relaciones entre los protagonistas se ven deterioradas por el abuso de sustancias y los conflictos internos, mientras las fuerzas del orden incrementan sus esfuerzos para desarticular la organización.
Atrapado entre la fidelidad a sus compañeros y la necesidad de salvaguardar a su familia, Henry toma la difícil decisión de colaborar con las autoridades para evitar pasar tiempo en prisión. Así, la película no solo exhibe el brillo y la influencia del mundo mafioso, sino también las consecuencias negativas que conlleva.
Bajo la dirección de Martin Scorsese, esta producción ofrece un retrato crudo y apasionante de la mafia, combinando un relato dinámico, actuaciones destacadas y una banda sonora inolvidable que narra una historia de ambición, violencia y caída.