En su esencia, los bizcochos son galletas secas, que pueden tener un sabor dulce o salado, y vienen en una amplia variedad de formas y tamaños, ya sea redondas, cuadradas o rectangulares, grandes o pequeñas. Lo que los une es que siempre han sido un clásico para acompañar las meriendas.
Entre todos los tipos de bizcochos, hay unos que se destacan por su formato y sabor: los bay biscuits. Son alargados, rectangulares, crocantes y dulces. Muchas personas disfrutan de comerlos tal como están, incluso si se desmigajan un poco, mientras que otros prefieren mojar estos bizcochos en café con leche, té, mate cocido o cualquier infusión que más les guste.
¿Qué hace que los bay biscuits sean tan secos y crujientes? El secreto está en su origen: su nombre proviene del latín “biscoctus”, que significa “cocinado dos veces”. Este proceso tiene raíces antiguas, cuando en Roma las tortas se horneaban dos veces para hacerlas más secas y duraderas. Con el tiempo, los ses endulzaron esta receta, cortándola en porciones rectangulares y dándole un estilo más de galleta. De ahí proviene el nombre “bis cuit”, que significa “cocinado dos veces” en francés.
Ingredientes necesarios:
5 huevos.
200 gramos de azúcar.
50 ml de aceite.
1 cucharadita de polvo de hornear.
300 gramos de harina leudante.
1 cucharadita de esencia de vainilla.
La Receta, el paso a paso:
Usar una batidora para mezclar los huevos con el azúcar. Batir hasta obtener una consistencia espesa.
Cuando esté listo, agregar el aceite y seguir batiendo durante dos minutos más.
Tamizar la harina con el polvo de hornear y agregarla a la mezcla. Añadir la esencia de vainilla para darle aroma, y mezclar suavemente hasta que se integren todos los ingredientes.
Preparar un molde rectangular mediano cubriendo su base con papel manteca. Verter la mezcla y nivelar con una espátula hasta que la altura quede a unos dos centímetros.
Precalentar el horno a temperatura media y hornear entre 20 y 30 minutos.
Retirar del horno, desmoldar y dejar enfriar completamente a temperatura ambiente.
Cortar la masa enfriada en rectángulos (como los bay biscuits) y colocar los trozos en una bandeja para hornear.
Reducir la temperatura del horno y volver a meter los bizcochos para que se doren. Dejar enfriar y servir. Si preparas una cantidad grande y no los consumes todos, podés guardarlos en tuppers o frascos herméticos.
Aunque no hay pruebas exactas de cuándo llegaron a Argentina, se estima que estos bizcochos llevan casi un siglo en el país y se han convertido en un elemento esencial de las meriendas.